Elías

RESUMEN

Con este artículo se pretende difundir el contenido de un estudio[1][1], sobre la incidencia del síndrome de Burnout, en los docentes de educación infantil y primaria. El síndrome de Burnout o desgaste profesional es un problema social y de salud pública. Algunos profesionales se ven forzados a implicarse durante muchas horas en los problemas y preocupaciones de las personas con las que realizan su actividad laboral. Este es el caso de los maestros y docentes en general, cuya relación profesional se centra en el niño o el adolescente y, concretamente, en sus problemas, dificultades e inquietudes. Todo ello en un determinado entorno: la escuela, con sus peculiaridades y complejidades, que pueden generar sentimientos ambiguos y respuestas contradictorias y/o frustrantes.
La bibliografía sobre las fuentes del estrés y Burnout en los docentes está creciendo día a día. El análisis de la práctica educativa, de su problemática, de las fuentes de estrés, configura un amplio campo de acción para los investigadores, pero lo cierto es que son pocos los estudios que abordan esta problemática centrada en los niveles de educación infantil y primaria.

PALABRAS CLAVE: maestro, educación, estrés, quemados,
[1][1] Arís, N (2008);” El síndrome de Burnout en los docentes de eduación Infantil y educación primaria en la Zona del Valles Occidental”. Barcelona: http://www.tdx.cat/TDX-1027108-171248
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Hace muy poco leí un artículo de B Zander[1], me llamó mucho la atención, pues versaba sobre el tema de la POSIBILIDAD , decidí entonces, investigar más sobre estas concepciones, para aplicarlas en nuestro ámbito de acción, la educación.
Soy un convencido que todo ser humano, independiente de sus condicionantes tiene la potencialidad endógena de aprender, por ello fehacientemente niego la idoneidad profesional del un/a docente que manifiesta ante un alumno/a “es un caso perdido, nos es capaz de aprender”
Mi réplica a ello es que el responsable es el/la docente, que ha sido capaz de encontrar “el punto de inicio del aprendizaje” de su estudiante; de igual manera manifiesta “a mi no me prepararon para atender este tipo de educandos”
Ahora bien, si pensamos en la premisa básica, diríamos: que el proceso cognitivo, por el cual el ser humano aprende, es igual para todos; por supuesto con matices, por lo cual desvirtúan los argumentos asumidos y caen por su propio peso. También existe otro mito lingüístico que aflora en nuestra cultura, “estos niños/as son más felices en ambiente con sus pares”, es decir deben ser ubicados en instituciones excluyentes.
Ante lo cual nos queda preguntarnos cuales son los elementos científicos que nos permiten determinar o más bien seleccionar a aquellos que son partícipes de los bienes culturales de una sociedad y quienes no.
Si nuestra sociedad actual aboga por la diversidad, que nos caracteriza como seres humanos o sencillamente queremos la sociedad planteada en el “Mundo Feliz” de Huxley
Los educadores/as y digo educadores/as en el sentido más puro del concepto, aquellos/as que hemos hecho de nuestra profesión una religión, no debemos de “per se” negar la POSIBILIDAD
Entrar al mundo de la posibilidad, es entrar con un sentido realmente humano los que nos conlleva a ver un mundo realmente diferente; al cual les invito a mirar….
Para entender esto me remito al ejemplo dado por Zander:
“una madre no necesita estar dotada de elementos extraordinarios, es decir coraje par ingresar a un edificio en llamas donde está su hijo, lo que necesita es amor, el coraje viene detrás” es el amor profundo los que hace valientes, esta es una declaración de la posibilidad.
Cuando un educador/a califica a sus educandos como “estudiantes con posibilidades ilimitadas” es una posición que invita a ponernos en nuestro camino del “conducere” [2], es decir conducir un proceso vivificador y transformador, con ello hemos dado un paso fundamental a expresar nuestra vocación, que nos permite ponernos en el umbral de nuestra realización personal y profesional .
Al cambiar nuestro ángulo de visión empezamos a sentir que realmente estamos apoyando a otros seres humanos para que sean lo que sueñan, ésto nos transporta desde la medición restrictiva y reduccionista, al universo de la posibilidad.
El mundo de la posibilidad incluye un sinnúmero de solicitudes y disculpas, cuando ésto sucede, se rompen las barreras del egoísmo, la exclusión, el menoscabo; para aparecer la generosidad, la cooperación, la tolerancia, la fraternidad y no se necesita ninguna fuerza exterior que logre establecer la comunicación.
Pensemos en nuestra posición en la escuela y la actitud ante los otros componentes de la organización, nuestros directivos, los pares, nuestros alumnos, autoridades, padres, en suma todo lo llamado la “comunidad educativa”
Hay momentos en que nos vemos agobiados por la comunicación verticalizada y jerarquizada, sentimos la opresión del más fuerte y a su vez ejercemos esta presión hacia el más débil.
Ahora bien, si calificamos a todos como iguales y nos enfrentamos a ellos cara a cara, entonces comenzará otra relación absolutamente diferente.
Al hablar de “nosotros”, en el buen sentido expresado, y no como una forma de soslayar, de ocultar algo, inmediatamente estamos en una actitud inclusora, pues toda su acción actitudinal estará orientada hacia el nosotros que nos es otra cosa que el “bien común” entendida como una de las acepciones el valor humano.
Hace muy poco tiempo recibí un mal de un colega profesor agobiado por no poder realizar una tarea relacionada con las TICs; dada a mis múltiples actividades y la enorme cantidad de correos que recibo diariamente , lo más fácil sería presionar “eliminar”.
Pero no lo hice, en el mundo de las posibilidades esa tecla no existe, sino le contesté que nos reuniéramos en la próxima clase y le brindé el apoyo necesario para que cumpliera con su tarea. Situación que me motivó solicitar a mis alumnos/as la realización de un ensayo titulado “ no apretar eliminar”
Ejercicio que siempre debemos realizar, porque de no hacerlo, no se sabrá hacia donde se está yendo y estaremos quitando la posibilidad de avanzar a quien lo solicita y a nosotros mismos.
Sólo cuando ingresamos a la posibilidad, nos encontraremos con la verdadera creatividad e invención.
En nuestra “empresa” educativa, en la cual personas forman personas y que sólo tenemos una oportunidad de hacerlo, estos elementos deben estar presentes en cada una de nuestras acciones docentes, puesto que el ser humano no está condicionado genéticamente para responder de igual manera a un mismo estímulo, sino que cada educador/a debe tener conciencia que entrar en el mundo de la posibilidad se convierte en un líder motivador en que a todos/as los niños y las niñas debe convencerlos que son capaces de aprender, que todos pueden hacerlo y que juntos caminaremos en el proceso de lograr la eficiencia social
Con ésto no se quiere decir que todos pueden hacer cualquier cosa, yo, por ejemplo, nunca seré un jugador de fútbol de elite, de eso estoy absolutamente seguro, no no se trata de eso, sino de crear un ambiente propicio para que emerja la posibilidad, nunca seré seleccionado; pero quizás pueda hacer algo que nunca me atreví a intentar, que implique un logro personal y tal vez sea un aporte o contribución para otros.
La posibilidad proporciona un ambiente en el cual el educador/a pueda sentirse atraído o impulsado a experimentar o aplicar una técnica o una metodología que rompa el paradigma hasta ahora utilizado.
Se trata de tener una actitud que cambie la perspectiva de “yo nunca sería capaz de hacer eso”.
Los profesionales de la educación tenemos, en el día de hoy, la generación de recambio, mirando alrededor nuestro vemos un panorama devastador, cambio climático, crisis de energía, guerras de poder, etc…, la pregunta que debemos hacernos es que mundo queremos dejarle a esta generación.
Necesitamos plantear soluciones realmente innovadoras, muchos ya lo están haciendo, para lograrlo debemos irnos a los márgenes de nuestro paradigma,es decir la forma, el patrón con que hacemos nuestras cosas, para desde allí observarlo y visualizar e intentar de que manera podríamos modificarlo y más aún mirar con amplitud que tipo de ser humano estamos formando. En el momento que lo hacemos estamos entrando en el mundo de la POSIBILIDAD

No soy un agorero de un futuro nefasto, por el contrario creo firmemente en el hombre y que siempre habrá alguno que elevará su mirada y verá una creación importante que cambiará su forma de vida.
Solo les invito a pensar en lo que estamos haciendo, y como lo estamos haciendo; en la importancia y la trascendencia de nuestra labor.
¡Tenemos en nuestras manos el futuro del mundo, no desaprovechemos la oportunidad!

[1] B Zander Trend Management V 9 N°1 2007 pag 11
[2] conducere-, que significa conducir o señalar el camino, es decir, iluminar los derroteros del alma.

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